Hace un par de años tuve la "genial" idea de tirarme desde una grúa de 75 metros..., junto a otro par de amigos tan chalad@s como aquí la de las "grandes ideas".
Recuerdo haberlo propuesto como quién propone ir a pasar la tarde al parque, y recuerdo como brilló la mirada de Karlos, no me dió tiempo ni a rectificar.

Y a la mañana siguiente, las miradas y sonrisitas nerviosas, sentados que estabamos los Tres, una amiga más se apunto al tema, tres cafés que nos tomamos antes de lanzarnos, lanzarnos del todo.
No soy precisamente la valentía personificada, me gusta el cine de terror, me gusta pasar miedo, más bien sobresaltarme, pero acabo luego sugestionandome tanto que, soy incapaz de irme sola a dormir, en fin, cada uno tiene sus cosas ;-) ; pero, a lo que iba,
el dichoso salto:
Cuando llegamos al lugar, no recuerdo que nadie dijera nada, solo sonreímos timidamente al chico que nos hizo firmar un papel que no entendíamos (estaba en holandés) pero que, evidentemente, tenía algo de relación con lo que pasaría si acababas 5 metros más abajo de lo previsto.

Una vez que nos ataron a pies juntillas, decidimos quién sería el\la primer@...bueno, no hizo falta, eso no era decisión nuestra, el chico se acercó y me señaló y,... de nuevo... el sospechoso silencio :-)

Mientras subía la grúa, Amsterdam cada vez se hacía a un tiempo más grande y más pequeña, un cosquilleo me recorría las piernas, tenía unas ganas locas de decir:

-"por favor!, pare que me lo he pensado mejor", aún no sé qué me lo impidió, a pesar del vértigo que me invadía.
Al llegar al tope de la grúa, había que tomar la decisión, no miré hacia abajo, me hubiera mareado tan solo ver la altura, había que sincronizarse: el salto y, al tiempo, la cuerda eslástica...1,2,3...
"¡Espera! creo que no puedo, tú te has tirado y no pasa nada, ¿verdad?" -dije al chico.
"verdad; tú tranquila, es como un paseo"- me contesto el chico.
"ya, claro -pensé-, mejor cuento yo...1,2,3 ...".....y............ me lanzé, no me lo creía ni yo, tenía los ojos cerrados, los labios apretados y en el momento del primer rebote abrí los ojos y respiré, ví que el cielo se acercaba y que yo flotaba, me suspendía y, la gravedad volvía a tirar de mi, y así hasta cuatro veces;
Al pisar tierra firme, me temblaban las piernas y me dio un ataque de risa,:-DD sentía como me corría la sangre por cada venita, una increíble explosión de adrenalina;

Y así los Tres, nadie nos quitó de la cara la sonrisa durante al menos 3 días, ... de hecho, ahora, me ha vuelto la sonrisa.
Creo que no lo repetiría, ... pero no suelo decir nunca, solo pensando en aquél momento me vuelve a recorrer un escalofrío,
pero que buen rollo. :-DDDDDD